La mayoría de los funcionarios “recortados” por la reestructuración estatal fueron reubicados

Muchos de los funcionarios desplazados de sus cargos como parte de la reducción de planta política anunciada por el Gobierno con el objetivo de reducir el déficit fiscal en verdad han sido reincorporados o reubicados en otros puestos en la estructura estatal. Siguiendo disposiciones del Ministerio de Modernización y de la Jefatura de Gabinete, 974 funcionarios habrían sido desplazados como parte de la reestructuración, logrando un ahorro de 1500 millones de pesos, pero el número final en verdad sería de alrededor de un 30% de ese número ya que por lo menos unos 600 empleados estatales simplemente sufrieron una rebaja de sueldo y rango o fueron reubicados en otros cargos

 

 

 

 

 

Por ejemplo, el secretario de Vivienda Domingo Amaya pasó a ser subsecretario de Interior (con una reducción de ingresos), la jefa de gabinete de Medio Ambiente Patricia Holzman ahora es titular de la Unidad de Coordinación General de ese mismo ministerio, el mismo cargo que adquirieron los ex jefes de Gabinete Pablo Quirno en Finanzas, Hernán Bielus en la Cancillería y Pablo Nocetti en Seguridad. Algunos funcionarios desplazados de la Cartera de Educación pasaron a acreditarse en el Senado donde el ex titular del ministerio, Esteban Bullrich, ejerce su nuevo cargo desde diciembre.

 

Según un estudio realizado por La Nación sobre los datos de ocho ministerios, el recorte efectivo de cargos alcanza a un 30 o 40% de lo anunciado como máximo ya que se estima que alrededor de 600 de los presuntos mil funcionarios desplazados lograron reubicarse en otras dependencias o en las mismas con un rango y sueldo menor. Esta práctica es justificada desde los distintos Ministerios, explicando que “el objetivo más importante era reducir la masa salarial y ser más eficientes. La consigna no era echar gente”. “La idea era dar una señal política en tiempos en los que se le pide un esfuerzo a la gente, y nosotros también lo hicimos”, contó al diario “un ministro con responsabilidades sobre la nueva ingeniería”.

 

El plan se aplicó, en medio de fuertes tensiones con cada uno de los ministerios, con diversas formas e intensidades. En Educación se acordó con Bullrich el traslado de algunos funcionarios al Senado, en Medio Ambiente informan que se fue “un tercio” de la gente porque no aceptaban la reducción de salario, en Modernización calculan la reducción de personal en “aproximadamente un 40 por ciento”, en Interior se redujeron las subsecretarías de 14 a 4 (en el contexto de reducción, sin embargo, se incorporó al ex embajador en Ecuador Luis Juez como nuevo titular del Instituto Nacional de Capacitación Política). En Agroindustria, cartera del cuestionado Luis Miguel Etchevehere, se eliminaron unas 80 direcciones y coordinaciones, pero se crearon otras 35 nuevas para reciclar parte de las desafectadas.

 

Antes de la reorganización de los ministerios, cada ministro disponía de unas 7 mil “unidades retributivas” (con un valor de unos 30 pesos cada una) para compensar sueldos de funcionarios que necesitaran retener pero que escalafonariamente recibían un sueldo menor al pretendido. Ahora cada ministro pasaría a tener 30 mil unidades. Aunque, según lo informado en la Decisión Administrativa 324/2018 del Ministerio de Agroindustria, publicada el jueves pasado en el Boletín Oficial, Etchevehere resultará favorecido con la adición de 64.810 unidades retributivas adicionales, es decir, unos dos millones de pesos extra para compensar a voluntad los sueldos de algunos funcionarios rebajados de rango por cuestiones de “ahorro”.

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